Asistimos al díalogo con Peter H. Wilson

El pasado 24 de mayo, el modesto pero bien llevado salón de actos de la Fundación Carlos de Amberes de Madrid acogió una charla coloquio con Peter H. Wilson. El afamado Chichele Professor de Historia de la Guerra de la Universidad de Oxford, Miembro de la Royal Historial Society, y ganador del Society for Military History  Distinguished Book Award, presentaba el segundo volumen de su gran obra La Guerra de los Treinta Años, editado por Desperta Ferro.

Fundación Carlos de Amberes
Fundación Carlos de Amberes

 

Aunque el Profesor llevaba todo el día de evento en evento y tenía un cansancio agudizado por el retraso de su avión se comportó como esos profesores ingleses que todos tenemos en la imaginación: cortés, modesto, un poco tímido pero capaz de transmitir un gran entusiasmo por la obra que le ha llevado una vida.

El apoyo ante un público deseoso de conocer más sobre aquella tragedia europea corrió a cargo de dos grandes especialistas, Eduardo de Mesa Gallego, doctor en Historia y asesor del Comité de Estudios de Historia y Arte del patronato de la Real Diputación de la Fundación Carlos de Amberes, y Javier Gómez Valero, licenciado en Historia cofundador de Desperta Ferro Ediciones.

Una vez hechas las presentaciones y puesto el público en contexto la conversación transcurrió casi en un suspiro. Desde un principio los espectadores asistieron al desfile de las circunstancias, antecedentes, consecuencias y hasta ucronías de esta guerra. No hubo apenas anécdotas, no hubo apenas chistes. Ni falta que le hacía: el Profesor supo llevarnos a su terreno con los hechos y su apasionada visión de la historia.

De izqda a drcha: Peter Wilson, Eduardo de Mesa Gallego y Javier Gómez Valero
De izqda a drcha: Peter Wilson, Eduardo de Mesa Gallego y Javier Gómez Valero

 

Ahora, revisando las notas que tomamos a toda velocidad -pues los datos se sucedían  en un torrente- vemos que la Defenestración de Praga de 1618 podría ser comparada perfectamente con el asesinato del archiduque Francisco Fernando en el reciente 1914; que esa guerra no fue inevitable; que, pese a que hubo mercenarios, muchos de ellos se guiaban por el honor y su fe; que fue un conflicto a punto de agotarse varias veces pero que se veía  avivado cada vez que un nuevo actor entraba en liza; que pese a que los Austrias de Madrid enviaron sus tropas a Baviera con la esperanza de tener apoyo de los Austrias de Viena en Flandes, esta ayuda no llegaría a lo que hoy son los Países Bajos hasta el final de la guerra; que si el Cardenal-Infante no hubiese estado en Nördlingen otro gallo hubiese cantado; incluso que el imperio otomano no aprovechó la inestabilidad de la Guerra de los Treinta Años porque tenía algo parecido en su propio territorio o que los suecos también tuvieron su propia leyenda negra –convenientemente alentada por ellos mismos- entre los alemanes.

El formato de la conferencia sin duda ayudó al público a introducirse en la historia. Eduardo de Mesa y Javier Gómez dieron al evento un adecuado formato más cercano a una entrevista que a una lección magistral. Se puede decir que prácticamente previeron muchas de las preguntas que acudían a nuestra mente, si bien unos asistentes entregados plantearon dudas que el Profesor respondiendo con buen ánimo que Jacobo I de Inglaterra tuvo serios dolores de cabeza pese a su no intervención o que supuso la mayor ironía que Portugal tuviese el apoyo de las tropas holandesas en Europa mientras que en Brasil y en África su enemistad era declarada.

Salimos del evento satisfechos, pero con mucha curiosidad por la obra del Wilson. Ante todo esto podemos decir que estamos ante una obra de obligada lectura y seguro disfrute pero, ¿es que alguien lo ponía en duda?

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