
La anarquía. La Compañía de las Indias Orientales y el expolio de la India – 2.ª edición (William Dalrymple)
En 1765, la Compañía de las Indias Orientales derrocó al joven emperador mogol y puso en su lugar un gobierno controlado por mercaderes ingleses que extorsionaba impuestos merced a su ejército privado. Fue este el momento que señaló la transformación de la Compañía de las Indias Orientales en algo muy distinto a una empresa: una corporación internacional pasó a ser un agresivo poder colonial. Durante el siguiente medio siglo, la Compañía continuó extendiendo su poder hasta que prácticamente toda la India al sur de Delhi era controlada desde un despacho londinense. Un periodo de caos, corrupción y violencia denominado por sus contemporáneos como la Anarquía. William Dalrymple, autor del aclamado El retorno de un rey, cuenta en La anarquía. La Compañía de las Indias orientales y el expolio de la India cómo el Imperio mogol, que había dominado el comercio y la manufactura mundiales, y que poseía recursos casi ilimitados, se derrumbó y fue reemplazado por una corporación multinacional enclavada a miles de kilómetros al otro lado del mundo. Una corporación que respondía a unos accionistas que jamás habían estado en la India y que no tenían la menor idea del país cuya riqueza les reportaba jugosos dividendos –no es coincidencia que, como indica en las primeras líneas del texto, una de las primeras palabras del hindi incorporadas al inglés fuera loot, «saqueo»–. A partir de fuentes inéditas, Dalrymple narra la historia de la Compañía de las Indias Orientales como nunca se ha hecho: una historia sobre los devastadores resultados que puede tener el abuso de poder por parte de una gran corporación, y que resuena amenazadoramente familiar en nuestro siglo XXI de todopoderosas empresas transnacionales.
2020 – Mejor libro del año para The Wall Street Journal y National Public Radio
2020 – Finalista del premio Cundill History
2020 – Medalla de bronce del premio Arthur Ross
En curso su adaptación televisiva producida entre EE.UU., Reino Unido y la India


Los Tercios en el Mediterráneo
Era una de las épocas de máximo esplendor del Imperio Turco, pero también de la creación de los Tercios Viejos de infantería española. El Mediterráneo fue durante más de dos siglos un enorme campo de batalla en el que tuvieron lugar los legendarios sitios de Castelnuovo y Malta. En 1538 España, Venecia y el Papado ponen en marcha una Santa Liga para frenar el expansionismo turco, que acabará con la celebérrima defensa a ultranza de la plaza de Castelnuovo por el Tercio de Sarmiento.
En 1565 Solimán el Magnífico envía una poderosísima fuerza anfibia a una ambiciosa campaña cuyos objetivos son Malta, La Goleta de Túnez y Córcega. La llegada de las fuerzas otomanas a la isla de los Caballeros de la Orden de San Juan da lugar al Gran Sitio de Malta, uno de los asedios más grandes y espectaculares de la Historia. El propósito de esta obra es analizar con detalle ambos sitios. Con el objeto de facilitar el seguimiento de las operaciones contiene una treintena de mapas, croquis e ilustraciones de los acontecimientos más importantes. Una apasionante narración de los hechos de armas de la infantería de marina más antigua del mundo: los Tercios Viejos españoles en el teatro del mediterráneo del siglo XVI.


Batallas de la Guerra de los Treinta Años, II Periodo
¿Qué pasó desde la batalla de Nordlingen al final de la Guerra de los Treinta Años?. En este segundo volumen de su memorable estudio sobre las batallas, las tácticas y las estrategias de los ejércitos de la Guerra de los Treinta Años, Guthrie detalla los aspectos militares de la segunda mitad de este conflicto crucial de la Edad Moderna. A diferencia de la primera parte de la guerra, que estuvo dominada por una serie de batallas decisivas (como la Montaña Blanca, Lutter, Breitenfeld o Nordlingen), la segunda mitad se caracterizó por un enfrentamiento continuo entre oponentes más equilibrados. El general exitoso debía planificar y llevar a cabo campañas estratégicas en las que las batallas, los sitios, la maniobra y la logística habían de desempeñar un importante papel, anticipando una dimensión operacional de la guerra. Guthrie examina con detalle todos los aspectos relativos a la estrategia, la capacidad de mando, el armamento, la organización, la logística y la economía de guerra de esta segunda mitad del conflicto.
Las batallas detalladas en este volumen incluyen las victorias suecas de Wittstock, Segunda de Breitenfeld y Jankow, las vitorias francesas de Rheinfelden, Rocroy, Friburgo y Segunda de Nordlingen, y el anticlímax de la acción de Zumarhausen. Guthrie pone al descubierto los aspectos que hacen única a la Guerra de los Treinta Años y la contextualiza en el proceso de evolución de las armas y el modo de hacer la guerra, plasmando con calirdad su lento caminar hacia la imposición del naciente sistema de la guerra en línea.
Basándose en fuentes inaccesibles hasta ahora para el público español, Guthrie trata cada campaña en detalle, incluyendo exhaustivos órdenes de batalla, tácticas, croquis y mapas que permiten seguir con claridad las operaciones y el desarrollo de las batallas.


Gravelinas 1558
Nueva incursión sobre las campañas de los Tercios Españoles en Flandes en el ámbito de las guerras “italianas”. En esta ocasión sobre una batalla, que precedida el año anterior por la más conocida de San Quintín, supuso el enfrentamiento decisivo entre los ejércitos francés y español para la confirmación del establecimiento de la hegemonía española en Europa, hegemonía que se iba a mantener durante el siguiente siglo y medio.

La Batalla de Kinsale
La batalla de Kinsale se libró en el marco de la Guerra de los nueve años (En 1594 los jefes irlandeses Red Hugh O’Donnell y Hugo O’Neill se rebelaron contra la ocupación inglesa) con la participación española con los rebeldes irlandeses comandados estos por Red Hugh O’Donnell, Señor de Tyrconnell, y Hugo O’Neill, conde de Tyrone. Por parte española, Felipe III envió una flota compuesta por 33 embarcaciones que partió del puerto de La Coruña el 2 de septiembre de 1601 con los Tercios de Juan del Águila y de Francisco de Toledo que sumaban 4432 hombres y cuyo objetivo era desembarcar y tomar la ciudad de Cork.

La Guerra del Turco
La Guerra contra el Imperio Turco, conocida popularmente como la “Guerra del Turco”, fue la más tenaz y prolongada que España libró a lo largo de su historia. Duró más de 200 años y tuvo como escenario principal el mar Mediterráneo y los países ribereños. Un enfrentamiento titánico que obligó a un derroche descomunal de recursos y energías y dejó casi despoblada gran parte de la costa española. En esa contienda despiadada se mezclaron factores políticos y religiosos, pero sin la intervención de España, entonces en el cenit de su poder, es muy probable que el centro y sur de Europa hubieran caído en manos del islam otomano. Mientras el Imperio Hispano se extendía por todo el mundo, a duras penas conseguía detener los ataques de turcos y corsarios magrebíes. La guerra se convirtió en una herida abierta que se tragó enormes cantidades de hombres, barcos y oro.

Los Guerra de Frisia, Ediciones Platea
La Frisia región de los Países Bajos situada al norte de los grandes ríos Mosa, Bajo Rin y Waal. El coronel Francisco Verdugo, uno de los soldados españoles más extraordinarios de las Guerras de Flandes y veterano de San Quintín, Gravelinas, Mook, Gembloux y Jemmingen, o de hechos de armas tan excepcionales como el Socorro de Goes, recibió en 1579 el encargo de defenderla de los ataques de los Estados rebeldes y del príncipe de Orange. Durante catorce largos años de batallas, asedios y escaramuzas el coronel Verdugo mantuvo aquellas provincias para el Rey con los exiguos recursos de la Monarquía… fue La Guerra de Frisia.


Los Tercios de Flandes en Alemania
Seamos sinceros, (desgraciadamente) la Campaña del Palatinado a duras penas nos suena a los españoles: No fue propiamente una guerra sino que formó parte de otra (la de los G30A), casi nadie sabe por donde cae el Palatinado, ni quien lo gobernaba, ni por qué era importante para la España del momento… con esos mimbres ¿Por qué habríamos de recordarla?
El recurso fácil sería porque allí dejaron la lana muchos españoles por aquello en lo que creían pero, sin dejar de ser verdad, el motivo principal era que en tierras alemanas se estaba dirimiendo el futuro del continente. La religión como punta de lanza pero la preponderancia territorial como telón de fondo estaban sacando a la luz las ansias de los países de imponerse unos a otros (daneses, suecos, bohemios, holandeses, franceses, …) en el territorios alemanes.
En esa tesitura, España y los Países Bajos Españoles, ayudan al Emperador Fernando II (de la rama austríaca de los Habsburgo) para poner orden en el desbarajuste que se había convertido la infinidad de Estados que componían el Sacro Imperio Romano Germánico. De una manera inteligente y asumiendo pocos riesgos, el Imperio Español, inicia una Campaña en el Palatinado que protege la retaguardia del Emperador … y fortalece la posición del Imperio Español en el centro de Europa.
Esta campaña es clave (y por ello debemos conocerla) por que las consecuencias que se derivan de esta Campaña cambiaron el enfoque de la Guerra de los Ochenta años que hacía poco que se había reiniciado… y la G80A, como todos sabemos, … son palabras mayores …

Los Tercios en América
En la mañana de Pascua de 1625, con los estandartes y gallardetes al viento y las cubiertas altas adornadas de pavesadas encarnadas, una magnífica Armada, la más poderosa organizada por España desde la La Felicísima, cruzó la barra de San Antonio en la costa de Brasil y se adentró en la Bahía de Todos los Santos.
La vista era imponente. Se trataba de la mayor fuerza naval que jamás hubiese cruzado el océano Atlántico y su frente de combate se extendía 6 leguas sobre el mar: 56 navíos y 1.185 cañones pertenecientes a las Armadas del mar Océano, del estrecho de Gibraltar y de Portugal, y a las Escuadras de Vizcaya, de Nápoles y de las Cuatro Villas. Embarcados iban 12.463 soldados españoles, portugueses y napolitanos encuadrados en 5 tercios de infantería, 2 españoles, 2 portugueses y 1 napolitano. El objetivo era recuperar la ciudad del Salvador, capital del Brasil, conquistada por una expedición holandesa el año anterior. Fue, junto con Breda, Cádiz, Génova y Lima, una de las grandes victorias de las armas hispanas que hicieron de 1625 el Annus Mirabilis español.
Para recuperar la capital del Brasil, Salvador de Bahía, España organizó la más grande fuerza expedicionaria llegada al continente americano hasta la fecha: 5 Tercios (2 viejos españoles, 1 viejo napolitano y 2 portugueses) embarcados en una gran flota compuesta por 3 armadas (la del mar Océano, la del Estrecho de Gibraltar y la de la Corona de Portugal) y 3 escuadras (la de las Cuatro Villas, la de Vizcaya y la de Nápoles), haciendo una proyección de la fuerza a miles de kilómetros de sus bases al tiempo que mantenía los frentes de Flandes, con el asedio de Breda, Alemania, y el Mediterráneo.

San Quintín
Mi nombre es Julián Romero de Ibarrola y soy maestre de campo de los tercios del rey nuestro señor. Sirvo hoy con don Felipe II como ayer serví con su augusto padre, el césar Carlos. Queréis que os cuente mi historia y yo os diré que mi único mérito es haber salvado la piel donde otros dieron la vida. Constato en vuestras miradas que no sabéis lo que pasó en San Quintín. Avergonzaos, ganapanes, porque pocas páginas han escrito nuestras armas más gloriosas que aquella victoria, en la que este vuestro servidor cayó herido cuando una bala de mosquete me perforó una pierna y desde entonces me cuelga así, como dormida. Aún tengo que dar gracias a Santiago de que no hubiera que cortarla, según se solía hacer, para que la gangrena no me comiera el cuerpo.


Castelnuovo, 1539
Castelnuovo, 1539
En 1545 llega una goleta al puerto de Mesina. Lleva navegando semanas por el Mediterráneo. Son prisioneros fugados de una prisión de Estambul. En ella viajan varios supervivientes del tercio de Sarmiento, el que seis años antes defendió hasta las últimas consecuencias la plaza de Castelnuovo. Andrés, un soldado del tercio, nos contará cómo se disolvió la Santa Liga y cómo fueron abandonados a su suerte en una fortaleza rodeada por tropas otomanas, comandadas por Barbarroja que, aprovechando la situación, decide recuperarala. La relación de fuerzas es de 4000 soldados españoles por unos 64 000 otomanos, así que, sin ayuda del exterior, la única decisión es rendir la plaza o morir. Dicho de otro modo, la única opción era morir.

HE Guillermo el Taciturno
Guillermo Nassau, Príncipe de Orange. Conocido como Guillermo el Taciturno
Miniatura en metal blanco de 28 mm.

HE Mauricio de Nassau
Mauricio de Nassau, personaje de los Países Bajos. Miniatura en metal blanco de 28 mm.

TU Artillería Turca
Paquete de Artillería Turca compuesto de cañón mas 3 figuras. Miniaturas de metal blanco. Escala de 28 mm.

TU Cipayos con arcabuz
Cipayos a caballo del Imperio Otomano con arcabuz (3 caballos+3 jinetes). Miniaturas de metal blanco. Escala de 28 mm.
Los caballos se suministra al azar, sin repetir el modelo del paquete.

TU Corte Turca
Grupo que representa la corte del Imperio Otomano. 3 miniaturas de metal blanco de 28 mm.

TU Mosqueteros Jenízaros
Paquete de mosqueteros jenízaros del Imperio Otomano. 4 miniaturas de metal blanco de 28 mm.