

Batallas de la Guerra de los Treinta Años, II Periodo
¿Qué pasó desde la batalla de Nordlingen al final de la Guerra de los Treinta Años?. En este segundo volumen de su memorable estudio sobre las batallas, las tácticas y las estrategias de los ejércitos de la Guerra de los Treinta Años, Guthrie detalla los aspectos militares de la segunda mitad de este conflicto crucial de la Edad Moderna. A diferencia de la primera parte de la guerra, que estuvo dominada por una serie de batallas decisivas (como la Montaña Blanca, Lutter, Breitenfeld o Nordlingen), la segunda mitad se caracterizó por un enfrentamiento continuo entre oponentes más equilibrados. El general exitoso debía planificar y llevar a cabo campañas estratégicas en las que las batallas, los sitios, la maniobra y la logística habían de desempeñar un importante papel, anticipando una dimensión operacional de la guerra. Guthrie examina con detalle todos los aspectos relativos a la estrategia, la capacidad de mando, el armamento, la organización, la logística y la economía de guerra de esta segunda mitad del conflicto.
Las batallas detalladas en este volumen incluyen las victorias suecas de Wittstock, Segunda de Breitenfeld y Jankow, las vitorias francesas de Rheinfelden, Rocroy, Friburgo y Segunda de Nordlingen, y el anticlímax de la acción de Zumarhausen. Guthrie pone al descubierto los aspectos que hacen única a la Guerra de los Treinta Años y la contextualiza en el proceso de evolución de las armas y el modo de hacer la guerra, plasmando con calirdad su lento caminar hacia la imposición del naciente sistema de la guerra en línea.
Basándose en fuentes inaccesibles hasta ahora para el público español, Guthrie trata cada campaña en detalle, incluyendo exhaustivos órdenes de batalla, tácticas, croquis y mapas que permiten seguir con claridad las operaciones y el desarrollo de las batallas.

Los Guerra de Frisia, Ediciones Platea
La Frisia región de los Países Bajos situada al norte de los grandes ríos Mosa, Bajo Rin y Waal. El coronel Francisco Verdugo, uno de los soldados españoles más extraordinarios de las Guerras de Flandes y veterano de San Quintín, Gravelinas, Mook, Gembloux y Jemmingen, o de hechos de armas tan excepcionales como el Socorro de Goes, recibió en 1579 el encargo de defenderla de los ataques de los Estados rebeldes y del príncipe de Orange. Durante catorce largos años de batallas, asedios y escaramuzas el coronel Verdugo mantuvo aquellas provincias para el Rey con los exiguos recursos de la Monarquía… fue La Guerra de Frisia.


Los Tercios de Flandes en Alemania
Seamos sinceros, (desgraciadamente) la Campaña del Palatinado a duras penas nos suena a los españoles: No fue propiamente una guerra sino que formó parte de otra (la de los G30A), casi nadie sabe por donde cae el Palatinado, ni quien lo gobernaba, ni por qué era importante para la España del momento… con esos mimbres ¿Por qué habríamos de recordarla?
El recurso fácil sería porque allí dejaron la lana muchos españoles por aquello en lo que creían pero, sin dejar de ser verdad, el motivo principal era que en tierras alemanas se estaba dirimiendo el futuro del continente. La religión como punta de lanza pero la preponderancia territorial como telón de fondo estaban sacando a la luz las ansias de los países de imponerse unos a otros (daneses, suecos, bohemios, holandeses, franceses, …) en el territorios alemanes.
En esa tesitura, España y los Países Bajos Españoles, ayudan al Emperador Fernando II (de la rama austríaca de los Habsburgo) para poner orden en el desbarajuste que se había convertido la infinidad de Estados que componían el Sacro Imperio Romano Germánico. De una manera inteligente y asumiendo pocos riesgos, el Imperio Español, inicia una Campaña en el Palatinado que protege la retaguardia del Emperador … y fortalece la posición del Imperio Español en el centro de Europa.
Esta campaña es clave (y por ello debemos conocerla) por que las consecuencias que se derivan de esta Campaña cambiaron el enfoque de la Guerra de los Ochenta años que hacía poco que se había reiniciado… y la G80A, como todos sabemos, … son palabras mayores …

Los Tercios en América
En la mañana de Pascua de 1625, con los estandartes y gallardetes al viento y las cubiertas altas adornadas de pavesadas encarnadas, una magnífica Armada, la más poderosa organizada por España desde la La Felicísima, cruzó la barra de San Antonio en la costa de Brasil y se adentró en la Bahía de Todos los Santos.
La vista era imponente. Se trataba de la mayor fuerza naval que jamás hubiese cruzado el océano Atlántico y su frente de combate se extendía 6 leguas sobre el mar: 56 navíos y 1.185 cañones pertenecientes a las Armadas del mar Océano, del estrecho de Gibraltar y de Portugal, y a las Escuadras de Vizcaya, de Nápoles y de las Cuatro Villas. Embarcados iban 12.463 soldados españoles, portugueses y napolitanos encuadrados en 5 tercios de infantería, 2 españoles, 2 portugueses y 1 napolitano. El objetivo era recuperar la ciudad del Salvador, capital del Brasil, conquistada por una expedición holandesa el año anterior. Fue, junto con Breda, Cádiz, Génova y Lima, una de las grandes victorias de las armas hispanas que hicieron de 1625 el Annus Mirabilis español.
Para recuperar la capital del Brasil, Salvador de Bahía, España organizó la más grande fuerza expedicionaria llegada al continente americano hasta la fecha: 5 Tercios (2 viejos españoles, 1 viejo napolitano y 2 portugueses) embarcados en una gran flota compuesta por 3 armadas (la del mar Océano, la del Estrecho de Gibraltar y la de la Corona de Portugal) y 3 escuadras (la de las Cuatro Villas, la de Vizcaya y la de Nápoles), haciendo una proyección de la fuerza a miles de kilómetros de sus bases al tiempo que mantenía los frentes de Flandes, con el asedio de Breda, Alemania, y el Mediterráneo.

HE Guillermo el Taciturno
Guillermo Nassau, Príncipe de Orange. Conocido como Guillermo el Taciturno
Miniatura en metal blanco de 28 mm.

HE Mauricio de Nassau
Mauricio de Nassau, personaje de los Países Bajos. Miniatura en metal blanco de 28 mm.