Un calor amable caía sobre Madrid el pasado 19 de abril. El tiempo y el destino parecían acompañar a la presentación de “31 de Enero Tercios”, una asociación con la que La Tienda de Los Tercios tiene el gustazo de participar.

Lo que tenía un carácter recogido, casi íntimo se convirtió en un acto con aproximadamente 200 espectadores. Durante la sesión varios primeros espadas de la historiografía y de la recreación histórica presentaron este bonito proyecto cuyo objetivo es que cada 31 de enero, día de la batalla de Gembloux, se conmemore a aquellos soldados que hicieron historia. Nuestra historia.
Juan Víctor Carboneras y Rafael Sánchez, presidente y vicepresidente de la asociación, nos hablaron de su proyecto, de las ganas que tienen de que todo el mundo se una en la celebración de nuestra historia. Transmitían su entusiasmo, su ilusión, su perspectiva… y la gente respondía con risas y aplausos.
Al terminar ellos el escultor Salvador Amaya nos contó que su proyecto de monumento a los Tercios, hecho en colaboración con Augusto Ferrer-Dalmau, va por buen camino. Su magna obra contará con figuras de casi tres metros, con picas de nueve y con la mejor documentación. ¡Madrid, por fin, recordará a sus héroes!
Finalmente se dio paso al evento en el que, por orden de intervención, Gregorio Urquia (Capitán de HistoCast), Hugo Cañete (autor de los Tercios en el Mediterráneo, La guerra en Frisia…), Vicente Medina (aficionado a la historia, Asociación Enraizados), Carlos Canales (coautor de Banderas lejanas, Naves mancas…), Fernando Martínez Laínez (autor de Una pica en Flandes, Tercios de España…), Pau Josep Crespo (recreador de los tercios, Asociación Oponiendo Picas a Caballos) y Juan Vicente Elices (Coronel de Infantería). Se habló de historia, sí, pero también de honor, de entrega, de palabra, de recuerdo y, sobre todo, sobre la necesidad de recordar a aquellos militares tanto de renombre como anónimos que nos pusieron en el mapa del mundo y de los que, lamentablemente, poco se sabe.

… O sabía, porque este también fue un evento para la esperanza. Cada vez hay más gente que se siente atraída por esta época, por revivir hazañas e investigar en su día a día. La alegría al terminar el evento quedaba patente, gente antes desconocida se daba la mano gracias a un interés común y un anhelo. La historia, bien se sabe, suele comenzar con un suceso que da lugar a otros más grandes.
Y creemos que hemos estado presente en uno de ellos.
Bernardo de Gálvez
Gran iniciativa, pero, por favor, las banderas planchadas.