Los Tercios en acción. Sus mejores fotos en tus manos

Eran el nervio de la guerra y allí donde no alcanzaba la diplomacia, llegaba la punta de su pica o de su espada. No fueron invencibles, aunque a tenor del temor que despertaban, cualquiera diría que lo eran. Y sin embargo no los has visto nunca como puedes verlos ahora, en foto, con todo lujo de detalles.

Por ser el nervio de guerra, eran llamados a los teatros de operaciones más complejos: Italia, Flandes, Francia, el Sacro Imperio, el Norte de África,…

En batallas a campo abierto, en encamisadas, en batallas urbanas. Por mar, por tierra o en peligrosos desembarcos.

Contra todo tipo de adversarios y enemigos y espalda con espalda con sus aliados que eran muchos: milaneses, napolitanos, genoveses, portugueses, borgoñones, germanos, valones y flamencos, irlandeses y hasta algunos ingleses con dos dedos de frente.

Nada les era imposible.

El Socorro de Goes, la batalla de Mühlberg, la batalla que no se podía perder (la de Gembloux), o incluso el falso-saco de Amberes, batalla urbana más dura de esa maldita Guerra Civil de Flandes, donde 3.000 soldados de los Tercios, arrinconados y proscritos por unas autoridades traidoras a su rey legítimo, vencieron a 20.000 calvinistas que venían a dar buena cuenta de sus vidas. Salieron trasquilados. Maldita propaganda orangista, que les birló con palabrejas y panfletos una victoria ganada desde la más profunda desesperación.

Eran los mejores en lo que hacían. Con sus armas y destreza engrandecían los territorios de su poderoso Rey Católico. Y con sus huelgas* lo hacían temblar como un niño chico.

Y tal fue su épica y tan incontables su increíbles acciones de guerra que son también innumerables los cuadros que los representaron, las obras escritas con sus acciones, y las ilustraciones que describían su progresión en el campo de batalla. Pero la fuerza de la realidad que emanan de las fotografías escapaba a su tiempo.

Hasta ahora.

En Los Tercios se reconstruye con precisión artesanal la riquísima historia visual de estos gigantes del campo de batalla.

Su cotidianidad y sus múltiples avatares. El juego (prohibido por otra parte…), la religión, la relación con la población civil, la versatilidad táctica, el armamento, la meticulosa logística y la multiplicidad de frentes en los que actuaron los Tercios quedan plasmados en esta obra.

A partir de múltiples fotografías tomadas en recreaciones históricas, como la célebre Slag om Grolle o la de la Ciudadela de Jaca, se construyen atmosféricas escenas de batalla de una realidad que traspasa el papel (magnífico, por otra parte).

Miles de detalles en cada escena. Y nos quedamos cortos porque tras cada fotografías se oculta un cuidadoso proceso de documentación que garantiza la exactitud histórica de acuerdo con lo que nos cuentan las crónicas que sucedió.

Son veintisiete escenas. Veintisiete momentos para deleitarte. Retazos de historia donde una imagen vale más que mil palabras.

Aún así, todas ellas van acompañadas de un texto explicativo. En realidad se explican solas, pero es para que quieras saber más. Sí, de eso se trata. De que leas sobre ellos y te forjes tu propia opinión. Los textos te van a ayudar a saber por dónde empezar mientras te sumerges en su época como nunca antes lo habías hecho. Solo es necesario dejarse un poco. No mucho.

Llévate Los Tercios a casa. Cada escena es una obra de arte en sí misma y es la mejor manera de honrar a aquellos sobre los que se construyó el Imperio Español. Un Imperio, heredero de Roma, que con sus defectos, pero también con absolutamente todas sus luces conectó, comunicó y transformó el mundo para siempre.

La Tienda de los Tercios

*llamarlo motín con la acepción actual de la RAE es, creemos, faltarles el respeto.

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