Descripción
Nº de páginas: 64
Editorial: AUTOR-EDITOR
Idioma: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa dura
Año de edición:2020
Plaza de edición:ESPAÑA
16,00 €
El que la sigue la consigue, los Orange Nassau y los aliados protestantes ya tienen su Guerra Civil en los Países Bajos. Los Tercios, encargados de mantener la legalidad vigente sufren los rigores del invierno flamenco.
Isla de Bommel. Diciembre de 1585. Más de cuatro mil soldados de los tercios de Mondragón, Iñiguez y Bobadilla se encuentran atrapados en un verdadero infierno. Un enorme contingente hacinado en una franja de tierra de escasos kilómetros junto a la ermita de Empel, rodeados de agua, barcos herejes que los cañonean sin descanso y una humedad heladora. Todas las opciones para abrir una vía de escape y huir del asedio han fracasado, la comida escasea y la única alternativa es un ataque militar suicida que está condenado al fracaso. Pero un hallazgo tan improbable como prodigioso cambiará las tornas de una manera radical. La mañana del 8 de diciembre de 1585 será recordada como uno de los episodios más increíbles y sorprendentes de la historia de España. Un hecho que, por méritos propios, recibió el nombre de ‘el milagro de Empel’.
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Nº de páginas: 64
Editorial: AUTOR-EDITOR
Idioma: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa dura
Año de edición:2020
Plaza de edición:ESPAÑA
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El principio del siglo XVIII, a la muerte de Carlos II sin descendencia, inicia su andadura con el enfrentamiento entre Austrias y Borbones por la corona hispana que divide la propia España (con su Imperio intacto) y el resto de Europa haciendo estallar lo que se llamó la “Guerra de sucesión española”. En el año 1705 una parte de Cataluña (junto con buena parte del resto de la Corona de Aragón) se levanta a favor del archiduque Carlos de Austria, aún cuando había jurado fidelidad en la propia Barcelona a Felipe D’Anjou, el pretendiente borbón. La muerte del hermano del pretendiente Carlos, que cambia todo el escenario geopolítico, y los intereses de las otras potencias acabarán provocando el abandono de los catalanes por parte de sus aliados cuando ya la guerra se decantaba hacia el bando borbón. La misma ciudad, Barcelona, es protagonista de los últimos envites de aquella guerra.
Después de un asedio de más de un año sobre Barcelona, el once de Septiembre de 1714, el ejército borbónico inicia el asalto final a la ciduad. Más de cuarenta mil soldados acometen las murallas de la ciudad defendidas por poco más de seis mil combatientes dispuestos a defender su ciudad de manera heroica y hasta el último aliento.
La batalla de Kinsale se libró en el marco de la Guerra de los nueve años (En 1594 los jefes irlandeses Red Hugh O’Donnell y Hugo O’Neill se rebelaron contra la ocupación inglesa) con la participación española con los rebeldes irlandeses comandados estos por Red Hugh O’Donnell, Señor de Tyrconnell, y Hugo O’Neill, conde de Tyrone. Por parte española, Felipe III envió una flota compuesta por 33 embarcaciones que partió del puerto de La Coruña el 2 de septiembre de 1601 con los Tercios de Juan del Águila y de Francisco de Toledo que sumaban 4432 hombres y cuyo objetivo era desembarcar y tomar la ciudad de Cork.
Durante el siglo XVII, día tras día, las armadas españolas se veían obligadas a hacer frente a un número cada vez mayor de enemigos, que se multiplicaban de una forma asombrosa. Fue una lucha sorda, difícil y olvidada, en la que las flotas de España, superadas en recursos y fuerza, combatieron con valor logrando, en un esfu
Muchos historiadores, novelas de fondo histórico y el cine, han descrito normalmente la Historia Naval española como una serie continua de derrotas, cuando no de desastres. Esta es la muy interesada y parcial visión del mundo anglosajón, justamente nuestro tradicional enemigo en los mares, que obviamente, tiende a divulgar sus propios logros y a oscurecer los ajenos. Tan hondo ha calado ese bombardeo, que muchos españoles han llegado a creerlo. Pero esta difundida visión contrasta fuertemente con el rotundo hecho de que fueron los españoles los que crearon el primer imperio oceánico de la Historia, el más grande conocido hasta entonces, y lo mantuvieron en su poder durante cuatro largos siglos. Lo definitivo es que, salvo en muy contadas excepciones, ese imperio se perdió no porque pasara a manos de otras potencias, como sucedió con otros, sino por los deseos de emancipación de sus habitantes. Indudablemente, los españoles debieron vencer en muchas ocasiones en las luchas por mar para que esto fuera así, aunque se haya prácticamente olvidado. Nuestra pretensión es recordar algunas de estas victorias, las más meritorias, significativas y las menos conocidas.
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