Descripción
Despertaferro Ediciones.
Historia Moderna
7,00 €
La guerra de sucesión española fue un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713, que tuvo como causa fundamental la muerte sin descendencia de Carlos II de España, último representante de la Casa de Habsburgo, y que dejó como principal consecuencia la instauración de la Casa de Borbón en el trono de España. En el interior del país, la guerra de Sucesión evolucionó hasta convertirse en una guerra civil entre borbónicos, cuyo principal apoyo lo encontraron en la Corona de Castilla, y austracistas, mayoritarios en la Corona de Aragón, cuyos últimos rescoldos no se extinguieron hasta 1714 con la capitulación de Barcelona y 1715 con la capitulación de Mallorca ante las fuerzas del rey Felipe V de España
Despertaferro Ediciones.
Historia Moderna
Peso | 0,300 kg |
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Dimensiones | 0,27 × 0,21 × 0,5 cm |
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Gemelos de Homenaje a Blas de Lezo, fabricado en aleación de cobre y zinc con baño de rodio con acabado en dorado envejecido.
El 13 de Marzo de 1741, una enorme armada británica trata de hacerse con la América Española capturando una de sus ciudades clave, Cartagena de Indias. Con una superioridad numerica de 10 a 1 (186 naves y 23.600 hombres) dan por ganada la batalla, antes de iniciarla, y mandan un mensaje a Londres con la noticia de la segura victoria. No contaban con Blas de Lezo. Entre 8 y 10 mil bajas dejan mermada la armada anglosajona que después de numerosos intentos contra Cartagena de Indias se retira diezmada en una de las victorias más impresionantes de España sobre Inglaterra. Una de tantas.
Esta medalla es un homenaje para celebrar la victoria española liderada por Blas de Lezo en la que el Capitán inglés Vernon se humilla (rae: Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, especialmente en señal de sumisión y acatamiento) ante Blas de Lezo, en un relieve que representa lo que realmente ocurrió.
El rey inglés Jorge II prohibió que se escribiera nunca más sobre este episodio. Nosotros no lo hicimos de “motu proprio” porque gestas como éstas eran el “pan nuestro de cada día” desde hacía dos siglos… Ahora, tres siglos después, estamos en óptimas condiciones de echar la mirada atrás y poner en valor lo que se hizo, cuando se hizo.
La formidable armada aprestada en Lisboa por órdenes de Felipe II a principios de 1588 parecía destinada a lograr un triunfo de la magnitud de Lepanto, o al menos eso esperaba la Europa católica. Sosegadas las aguas del Mediterráneo con una tregua con el Imperio otomano que se prolongaría en el tiempo, la atención del Rey Prudente se desvió hacia el Atlántico con la revuelta flamenca y la incorporación de Portugal a la Monarquía Hispánica. Inglaterra desde 1558 tenía una reina protestante, Isabel I. La reina Virgen se dedicó durante años, con ahínco, a complicar la vida de la Monarquía de España primero indirectamente y finalmente abiertamente. El plan fraguado por el monarca hispano buscaba deponer a Isabel y devolver a Inglaterra a un catolicismo del que la sacó Isabel. La ambiciosa y compleja planificación y la masiva movilización de hombres, barcos y recursos de toda Europa, no tuvo el premio deseado. Sin embargo, lejos del fracaso decisivo con el que tradicionalmente se asoció la Gran Armada, fue el inicio de una pugna por el dominio de los océanos que llevaría a España a un desarrollo naval sin precedentes. Y a Inglaterra a un hondo agujero durante décadas…
Contra el mito de que el sistema militar de la Monarquía de España estaba en retroceso los ejércitos españoles de la segunda mitad del siglo XVII, los famosos Tercios siguieron constituyendo una fuerza temible que logró preservar la integridad del Imperio de los Austrias Españoles. Seguían siendo ejércitos que, lejos de obsoletos e ineficaces, se adaptaban con éxito a las transformaciones organizativas, tácticas y armamentísticas del periodo. Así que siguieron desempeñando un papel relevante en los numerosos conflictos motivados por las ambiciones expansionistas del monarca francés Luis XV (Qué cansosos los franceses…). La Monarquía de España para seguir dotando de las capacidades necesarias a sus soldados abrieron Academias Militares como la de Bruselas donde lograron dotarse de una Producción de armamento autosuficiente y algunas de cuyas unidades en particular, la caballería gozaron de gran consideración entre sus aliados. Unos ejércitos, eso sí, que en el periodo de 1660-1700 se vieron lastrados por la dificultad de enviar soldados al teatro de operaciones principal. Una de las razones principales es que el Camino Español estaba bloqueado para las armas españolas.
Título: La Guerra de los Treinta Años. Especial
Autor: Despertaferro Ediciones. Historia Moderna
Caeríamos en un error, los españoles, si pensáramos que la guerra de los 30 años nos fue ajena. En realidad es todo lo contrario. Fue ésta, la guerra de los 30 años y no la de los 80, la que hizo sufrir de verdad a España hasta verse envuelta en aquello que evitaba a toda costa: Una guerra dentro de sus fronteras.
¿Por qué comprarla? La guerra de los treinta años, junto con la I y la II Guerra Mundial, ha sido, seguramente, la guerra más decisiva de cuantas se han desarrollado en suelo europeo. Aunque no fuera una guerra mundial sí lo fue global. La primera de la historia. Conoce todos los detalles tan relevante de este episodio del siglo XVII.
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