Descripción
Título: Carlos V y la Liga Esmacalda.
Autor: Despertaferro Ediciones. Historia Moderna
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La Liga de Esmalcalda fue una unión de príncipes protestantes del Sacro Imperio Romano Germánico que se creó en el siglo XVI para defender sus territorios y luchar contra el Emperador y rey Carlos V, defensor del catolicismo frente a la Reforma luterana. Toma su nombre de una ciudad alemana.
Este es “el comienzo” para entender otras guerras posteriores y muy cercanas geográficamente. La solución a medias de este conflicto conllevó, por una u otra vía, que se reprodujeran otros derivados de éste con más virulencia si cabe.
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Título: Carlos V y la Liga Esmacalda.
Autor: Despertaferro Ediciones. Historia Moderna
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Con él empezó todo. Don Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515) consiguió numerosos triunfos y condecoraciones sirviendo a los Reyes Católicos como Capitán General de los Reales Ejércitos de Castilla y Aragón, Capitán General de la compañía expedicionaria al Nápoles y Lugarteniente General de Apulia y Calabria. Su mando fue determinante en la Guerra de Granada, en las Guerras de Italia en la Guerra Turco-veneciana. Su manera de entender el arte de la guerra llevaría a las reformas necesarias en el ejército que propiciarían la creación de los Tercios.
Con este currículum, ¿cómo va a faltar entre tus favoritos viniendo como viene, además, a caballo?
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Cartagena de Indias, primera escala de la ruta de la Flota de Indias y principal puerto del virreinato de Nueva Granada, fue siempre un objetivo codiciado por piratas y corsarios. Desde finales del siglo XVII, sin embargo, fueron las armadas enemigas de la Corona española quienes pusieron sus miras en la ciudad. El ataque británico de 1741 fue la mayor amenaza que afrontó la ciudad. Con una opinión pública enfervorizada por el espíritu mercantilista y deseosa de poner fin al monopolio español en América, el gobierno de Horace Walpole envió contra Cartagena la mayor expedición anfibia organizada hasta entonces por Gran Bretaña.
Vernon, un oficial curtido, pero con intereses políticos en juego, tenía frente a sí un verdadero desafío geográfico y climático. Además de los defensores, capitaneados por hombres no menos duchos en su oficio como Blas de Lezo y Sebastián de Eslava –dos fuertes personalidades en pugna–, la difícil orografía de la bahía cartagenera y las enfermedades tropicales que proliferaban en el ambiente jugarían en contra de los británicos. Walpole estaba en lo cierto cuando afirmó que los mismos que festejaban la declaración de guerra a España se vestirían de luto poco después. La batalla de Cartagena de Indias llevó la guerra al continente americano a una escala nunca vista hasta entonces, y su categórico desenlace puso fin de forma definitiva a las ansias expansionistas de Gran Bretaña en la América hispana.
La guerra de Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto bélico que enfrentó a las Trece Colonias británicas originales en América del Norte contra el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando con la derrota británica en la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de París. Los primeros compases de la llamada Guerra de Independencia de EEUU en la historiografía británica, o de la Revolución Americana en la estadounidense, están llenos de personajes dispuestos a llegar a un acuerdo, tanto en un bando como en el otro. ¿Cómo es posible que no lo consiguieran? Sin duda fueron muchos los factores que intervinieron pero lo más llamativo de que no se lograra un acuerdo es que el conflicto no tenía una evidente solución militar junto con la voluntad de una sociedad por seguir con la lucha.
Título: Especial IX “Tercios: Norte de África”
Autor: Despertaferro Ediciones. Historia Moderna
El norte de África fue un frente en constante ebullición para los ejércitos de la Monarquía Hispánica, donde cosecharon importantes victorias, pero también dramáticas derrotas ante una pléyade de enemigos cuya forma de guerrear era totalmente diferente a la europea. Su despliegue perseguía mantener a raya a turcos, piratas berberiscos y marroquíes, salvaguardar la península ibérica y el resto de posesiones de los Habsburgo y, en definitiva, controlar el Mediterráneo. A través de las páginas de este especial se expondrán las claves más importantes para comprender la sufrida presencia española en las costas norteafricanas durante los siglos XVI y XVII, y el beneficio que extrajo de ello la cultura occidental.
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