Castelnuovo, 1539

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Castelnuovo, 1539

En 1545 llega una goleta al puerto de Mesina. Lleva navegando semanas por el Mediterráneo. Son prisioneros fugados de una prisión de Estambul. En ella viajan varios supervivientes del tercio de Sarmiento, el que seis años antes defendió hasta las últimas consecuencias la plaza de Castelnuovo. Andrés, un soldado del tercio, nos contará cómo se disolvió la Santa Liga y cómo fueron abandonados a su suerte en una fortaleza rodeada por tropas otomanas, comandadas por Barbarroja que, aprovechando la situación, decide recuperarala. La relación de fuerzas es de 4000 soldados españoles por unos 64 000 otomanos, así que, sin ayuda del exterior, la única decisión es rendir la plaza o morir. Dicho de otro modo, la única opción era morir.

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Descripción

Castelnuovo, 1539.

Cómic. Histórico.
Código: ART27418
Código EAN: 9788409068425
Editorial: Cascaborra Ediciones
Formato: Cartoné. 62 págs.
Color. En castellano.
Autor: Daniel Torrado

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ISBN Nº: 978-8494069970

IVA incluido

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Salamanca y la medida del tiempo
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Entre los veinte textos españoles con los que la UNESCO inauguró la Biblioteca Digital Mundial se encuentra la Pragmática sobre los diez días del año. Documento firmado Felipe II ordenando la reforma del calendario en todos sus reinos. Esta pragmática siguió a la bula Inter Gravissimas, expedida el 24 de febrero de 1582 por el papa Gregorio XIII que pedía dicho cambio sobre la cristiandad, aunque al ser una propuesta de ámbito civil la decisión era en realidad de cada uno de los países. De ahí la importancia que Felipe II la rubricara. Claro que, tiene trampa, ya que Felipe II fue uno de sus impulsores más interesados. Ese cambio sustituyó el calendario juliano por el gregoriano que es el actual y que funciona muy bien.

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Lope de Vega
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Se cumplen ahora cuatrocientos años de la mayor revolución en el teatro popular desde los antiguos griegos. Félix Lope de Vega Carpio (1562-1635), a quien Cervantes calificara de «monstruo de naturaleza » y hoy, con castiza familiaridad, todos llamamos Lope, se encargó de que las comedias se convirtieran en el mayor divertimento popular y en la más excelsa manifestación artística. En aquella sociedad estamental del siglo XVII, el hijo de un bordador estaba abocado -condenado, podríamos decir- a desempeñar el oficio que su padre u otro de la misma consideración social. Sin embargo, Lope de Vega encontró un camino inédito para ganar dinero y fama: sus versos. Por primera vez en la historia de la humanidad un poeta podía prescindir del mecenazgo y vivir de una realidad nueva, inquietante e imprevisible, un monstruo de mil cabezas y cien mil pareceres: el público. Su creación poética le dio un estatus especial. Se llegó a rezar un credo sacrílego: «Creo en Lope de Vega, poeta del cielo y de la tierra…». Este reconocimiento general -frente al que no faltaron disidentes y críticos muy agresivos- le permitió actuar a su aire, contraviniendo en más de una ocasión normas y hábitos sociales. La sucinta enumeración de sus relaciones amorosas puede trasmitir la falsa imagen de un donjuán de sentimientos cambiantes e irresponsables. No fue así. Lope sintió cada amor con fervorosa intensidad, y en los últimos años de su vida, reunió junto a sí a los hijos de Micaela de Luján, de Juana de Guardo y de su último amor: Marta de Nevares, a la que conoció y trató cuando ya era sacerdote.

 

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