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Coleto o cuera

155,00 

Se coincide en definir Coleto y Cuera como términos con los que se designó a una prenda de piel de uso masculino que cubría el cuerpo ciñéndolo hasta la cintura. Su origen es militar, pasando posteriormente a la indumentaria civil: “En los treinta primeros años del siglo XVI, aproximadamente, el coleto era una especie de chaleco sin mangas, muy escotado, que apenas pasaba de la cintura, y que se vestía encima del jubón” (Bernis Madrazo, ‘Indumentaria española en tiempos de Carlos V’, 1962, 84-85).

La diferencia que se señala entre ambos términos es más relativa al origen del vocablo que al de la prenda en sí. Mientras que Coleto, proviene del italiano, Cuera, procede del español, designando a una prenda militar. Aunque con el tiempo aparecieron más diferencias la referirse uno a otro.

SKU: TSR-REC-310 Categorías: , ,

Descripción

Coleto o cuera, claro, de Cuero
Color “camel”, en español color camello
Hecho en España por manos artesanas

Talla “S” para medidas de pecho entre 95 y 110 cm.
Talla “M” para medidas entre 110 y 120 cm.
Talla “L” para medidas entre 120 y 130 cm.

Todas las tallas son aptas para personas de una altura entre 1,70 y 1,95 cm de altura.

Información adicional

Peso 0,9 kg
Dimensiones 50 × 5 × 50 cm

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Preguntas y respuestas de los clientes

    Hola, me interesa la talla M pero no puedo escoger talla en este artículo como si en otros
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    P Hola, me interesa la talla M pero no puedo escoger talla en este artículo como si en otros
    Preguntado por Simon Jurado el 17/10/2022 12:58 PM
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Camisa de época cuello lechuguilla
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Camisa de estilo renacentista, al uso de los Tercios de Flandes y en realidad de todo hijo de vecino en aquella época. Con mangas voladas o anchas que cierran en el puño con cordones. La prenda es larga a modo de camisón y el ajuste en el cuello se hace también a modo típico de la época, esto es, con cordón cruzado.

La mejor manera de lucir como buen hidalgo por tierras de Flandes, o por cualquiera otra, es con una camisa a medida así que os pediríamos tres datos para que la camisa os quede con la elegancia debida: Centímetros de contorno de pecho, de hombro a entrepierna y de hombro a muñeca.

Por cierto, estas camisas no están hechas en Flandes (ni en China…) son confeccionadas por artesanos españoles. El plazo de entrega puede variar, orientativamente, entre una y dos semanas (claro que, si puede ser menos, será menos).

A modo orientativo las tallas irían tal que así:

Talla “S” para medidas de contorno de pecho entre 95 y 110 cm.
Talla “M” para medidas de contorno de pecho entre 110 y 120 cm.
Talla “L” para medidas de contorno de pecho entre 120 y 130 cm.

para cualquier duda, hacednos llegar un mail a:     attcliente @ latiendadelostercios.com

No clasificados 32,00  Seleccionar opciones
Camisa de época rústica
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Camisa de estilo renacentista, al uso de los Tercios de Flandes y en realidad de todo hijo de vecino en aquella época. Con mangas voladas o anchas que cierran en el puño con cordones. La prenda es larga a modo de camisón y el ajuste en el cuello se hace también a modo típico de la época, esto es, con cordón cruzado.

La mejor manera de lucir como buen hidalgo por tierras de Flandes, o por cualquiera otra, es con una camisa a medida así que os pediríamos tres datos para que la camisa os quede con la elegancia debida: Centímetros de contorno de pecho, de hombro a entrepierna y de hombro a muñeca.

Por cierto, estas camisas no están hechas en Flandes (ni en China…) son confeccionadas por artesanos españoles. El plazo de entrega puede variar, orientativamente, entre una y dos semanas (claro que, si puede ser menos, será menos).

A modo orientativo las tallas irían tal que así:

Talla “S” para medidas de contorno de pecho entre 95 y 110 cm.
Talla “M” para medidas de contorno de pecho entre 110 y 120 cm.
Talla “L” para medidas de contorno de pecho entre 120 y 130 cm.

para cualquier duda, hacednos llegar un mail a:     attcliente @ latiendadelostercios.com

No clasificados 29,90  Seleccionar opciones
Espada Ropera de Lazo
Espada Ropera de Lazo
Espada Ropera de Lazo

Esta es una réplica muy hermosa de una ropera española con empuñadura de lazo muy utilizadas en el siglo XVI, con una empuñadura está hecha con hueso.

Con el principio de la Edad Moderna, las hojas se hicieron más largas y más finas porque el trabajo del metal se especializó (el acero de Toledo es un ejemplo, mucho más resistente y ligero que otras aleaciones utilizadas en las espadas). Con el material utilizado, se fueron adaptando las técnicas de combate. Así, de espadas cuyo objetivo principal era cortar y romper carne y huesos con la hoja se fue pasando, de la mano de la tecnología en metales y técnicas de lucha adaptadas a esos nuevos materiales (como la técnica española Verdadera Destreza) a herir mortalmente al adversario con la punta de la espada (aunque la hoja también cortaba lógicamente).

Como consecuencia del uso de nuevos materiales, la espada se fue estilizando y reemplazando por unas más livianas y elegantes. El lazo se añadió para proteger la mano de la punta de la espada del contrario con lo que su función era de protección. Dada la evidente belleza que podía alcanzar el lazo, rápidamente se convirtió en un elemento, la espada, que daba empaque a quien la llevaba.

La moda llamaba a las puertas, de hecho se le llama espada ropera porque se utilizaba como un complemento de la ropa y llegado el momento, y también en función del momento y lugar donde se utilizara, incluso más usada por moda, como arma de defensa personal (que también).

*Solo venta en España

 

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set completo de cubiertos forja tercios
set de cubiertos forja tercios
set de cubiertos de forja

Cuchara, el utensilio más antiguo. La palabra “cuchara” proviene del latín ‘cochlea’ que significa “caracol” o “concha de molusco” y es uno de los utensilios más antiguos del planeta que se han utilizado para comer, cuyo origen se remonta a tiempos paleolíticos.

El verdadero invento sucede cuando se le añade un mango a los recipientes. a evidencia arqueológica sugiere que las cucharas con mangos fueron utilizados para fines religiosos por los antiguos egipcios en el año 1000 aC.

El diseño de la cuchara ha cambiado a lo largo del tiempo, sin embargo podríamos decir que desde el siglo XVIII ha conseguido una forma estándar como elemento básico de mesas con una amplia gama de diseños y materiales.

Los cuchillos de mesa se ​​introdujeron alrededor de 1600. Sin embargo la idea de comer en familia con un arma en la mesa era un tanto desaprobada por lo que el tenedor comenzó a ganar más popularidad que el cuchillo.

Tenedor, el instrumento del diablo, con un inicio algo afectado y cursi
La adquisición más reciente a la familia de los cubiertos es el tenedor. La palabra viene del latín furca

El tenedor funda costumbre en el úl­timo cuarto del siglo XVI (hacia 1580), según el libro Description de l’isle des Hermaphro­dites –panfleto contra las maneras de la corte de Enrique III, mo­narca tachado de afeminado– donde se habla irónicamente del em­pleo del tene­dor para pinchar la carne y la ensalada («quelque dif­ficile que se fût»). ¿Por qué razón llegó a incorporarse como utensi­lio de mesa? Se cree que debido a otro uso de corte: la am­plia gola que usaba el rey Enri­que III de Francia († 1589) era un impedimento para llevar con las ma­nos la comida a la boca; el te­nedor acabó facilitando esa faena. A partir de este momento se mencionan cubiertos com­pletos, compuestos de cuchara, cuchillo y tenedor. Son famosos y valiosos los te­nedores del siglo XVI con­servados en distintos mu­seos europeos, como el del Louvre.

El rey español Felipe III († 1621), a través de su valido Francisco de Sandoval, pro­movió el uso del tenedor, conocido en España, según el número de púas, con el nombre de horquilla, bidente, tridente y cuadrigirlo.

Cuando hacia la segunda mitad del siglo XVII se consolida su uso en la sociedad de corte (como la de Luis XIV, quien por cierto seguía comiendo con los dedos), las gentes pudientes que viven en pro­vincias desean informarse de las costum­bres y usos allí vigentes y adoptan también su utilización.

 

y en la mesa…

Los enseres que la España medieval ponía en la mesa eran bas­tante rudimen­tarios: a la derecha el gañivete (cuchillo de cabo agudo) y el cubilete (o copa para las bebidas), a la izquierda el pan y la cuchara, la es­cudilla (taza de madera sin asa) para las viandas lí­quidas o menos sólidas, el paño (o servilleta) en el hombro iz­quierdo. Al principio la sopa se bebe en la sopera común; después, hacia el siglo XVI, las maneras corteses prescriben servirse de la cuchara –probablemente entre varios comensales se utilizaba una sola –. Era frecuente que cada dos personas usaran el mismo plato, especialmente las parejas de enamorados y los esposos. El pan podía servir de plato si era cortado en grandes rebanadas, so­bre las cuales se servía la carne o el pescado.

Fuentes:
http://www.animalgourmet.com/
http://regusto.es/

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