Descripción
Autor: J. M. Sánchez de Toca y Fernando Martínez Laínez
ISBN: 978-84-414-2002-1
Idioma: CASTELLANO
Formato: RUSTICA CON SOLAPA
Medidas: 17 x 24 cm
Páginas: 256 páginas
25,00 €
Fue el guerrero más noble, más generoso y más puro que haya pisado la tierra. Sus enemigos lo honraron y alabaron con el sobrenombre de Grande, que muy pocos han merecido en la historia. Nació y se crió entre soldados, y la primera vez que aparece en la historia peleaba espada en mano para defender el honor y las vidas de unos judíos conversos. Quiso ser monje, pero el abad lo rechazó porque no era ese su destino. Fue adalid de la frontera y capitán de lanzas en la guerra de Granada. Mandaba y combatía a pie y a caballo, y siempre protegió a sus hombres. Escaló el primero una muralla y estuvo peleando agarrado a una almena. Su buen hacer atrajo la atención de los Reyes que después llevaron nombre de Católicos, que le brindaron su amistad y confianza. El rey Fernando le dio el mando de un cuerpo expedicionario muy pequeño, el primero que salía de España en muchos años, y con él expulsó a los franceses del reino de Nápoles. Vino una paz ficticia, los franceses volvieron a invadir el rearme y Gonzalo volvió a echarlos. Fue amigo de sus amigos, y de sus enemigos; fiel a sus hombres, fiel a sus hombres, a su esposa y a sus reyes. Exhortó al Papa a que llevara una vida ordenada. Regaló un reino a su rey. Por lealtad a su rey renunció a ser rey, y por no servir a otra bandera rehusó las ofertas de Génova, Venecia, del Emperador y del Papa, que lo querían para mandar sus ejércitos. Fue un guerrero elfo y un general excelente. Fue el Gran Capitán.
Autor: J. M. Sánchez de Toca y Fernando Martínez Laínez
ISBN: 978-84-414-2002-1
Idioma: CASTELLANO
Formato: RUSTICA CON SOLAPA
Medidas: 17 x 24 cm
Páginas: 256 páginas
Peso | 0,350 kg |
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Dimensiones | 24,0 × 17,0 × 3,0 cm |
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La Conjuración de los Venecianos o la Conjura de Bedmar es el hilo argumental de esta novela. Vaya por delante que independientemente de la verdad, este hecho fue objeto de gran tratamiento propagandístico y literario, incluyéndose entre los temas de la llamada leyenda negra española. Un episodio que en España apenas se conoce, pero que en la Venecia actual está muy presente y no hay ningún pudor en sacarlo a relucir a cualquier turista que se acerque (y van muchos-muchos), echando la culpa a los españoles del complot lógicamente.
Poco importa que las investigaciones sobre el asunto apunten en otras direcciones más locales. Es por eso que incluimos esta novela en esta sección, que a la postre toma los argumentarios venecianos. A la trama no le falta de nada porque también aparece el gran Quevedo aún cuando hay muchas dudas sobre su participación. Así pues “Soportal del los malos pensamientos”:
“Soportal de los malos pensamientos nos asoma al fracasado intento español, donde Don Francisco de Quevedo ejercía de ‘maestro de espías’ del duque de Osuna, virrey de Nápoles, de hacerse, mediante un audaz golpe de mano, con el control de la República de Venecia. Mientras los esbirros de Meser Grandes, jefe de la policía secreta de la Serenísima, dirigen y alientan la caza de los españoles y sus aliados por toda la ciudad, Alvaro de Roa lucha por ponerse a salvo y Quevedo retrasa su huida para intentar lo único que ya le es posible: la venganza”
A finales del siglo XVIII las trece colonias luchaban contra el yugo británico en lo que conocemos como la guerra de independencia de los Estados Unidos de América. Lo que poca gente sabe es que España tuvo un papel determinante en el sueño de libertad de las colonias. No solo colaboró con enormes cantidades de dinero, comida, mantas y armas, sino que envió miles de soldados encabezados por Bernardo de Gálvez, general y gobernador de Luisiana, a luchar contra ejército británico en la Florida occidental.
Descubre por qué este valiente general hizo conocida la frase “Yo Solo”, siente la emoción de la batalla en primera persona con el regimiento de fusileros de Luisiana, o vive el lado más oscuro de la guerra acompañando a soldados obligados a combatir a miles de kilómetros de su casa, no solo contra los británicos, sino también contra los indios, las inclemencias del tiempo o las enfermedades.
“Bernardo de Gálvez. Pensacola 1781” nos narra los hechos acontecidos a la llegada de las tropas españolas a la bahía de Pensacola, y el posterior asedio de la ciudad, poniendo especial cuidado en la documentación y permitiéndonos conocer algunos de los personajes determinantes de la batalla. Este cómic se realizó por encargo del Ministerio de Defensa para su difusión en la exposición en Casa América de Madrid, sobre Bernardo de Gálvez, a finales del 2015.
Un cómic para entretener, pero que nos introduce en un hecho histórico que cambió el orden Mundial para siempre; la campaña que posibilitó la independencia de las trece colonias del yugo británico.
Blas de Lezo es, posiblemente, uno de los mejores, aunque más olvidado, marino de la Armada Imperial española. Destacado, sus hazañas en el mar lo demuestran, y olvidado, Inglaterra ocultó la evidencia de su mayor derrota terrestre y marítima y España no se preocupó por rescatarla y divulgarla, hasta cuando el colombiano, nacionalizado español, Pablo Victoria, la sacó a la luz pública de las sombras del olvido.
Blas de Lezo nació en Pasajes, Guipúzcoa, en 1689 y murió calumniado y olvidado en Cartagena de Indias, la Ciudad Heroica, en 1741, después de haber infringido la mayor humillación militar que nación alguna hubiese sufrido después de haberse anticipado a celebrar una victoria que le fue esquiva a la mayor armada y desembarco que han visto los tiempos hasta Normandía en 1944.
En efecto, Inglaterra, queriendo cortar la yugular de España en la ruta de Indias y apoderarse del Imperio, atacó con 180 navíos, 23.600 hombres y 3.000 piezas de artillería la plaza de Cartagena, llave de las Antillas, defendida por Blas de Lezo, quien disponía de solo 2.800 hombres, 6 navíos y 300 cañones. El asedio duró 67 días. «La otra Armada Invencible» fue derrotada por el héroe español que en la Ciudad Heroica llamaban Medio Hombre por haber perdido una pierna, un ojo y un brazo durante la Guerra de Sucesión Española entre 1700 y 1713.
Alex –
Esta chulo