“Lepanto”, Desperta Ferro Ediciones

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Título: Lepanto
Autor: Despertaferro Ediciones. Historia Moderna

¿Por qué comprarla? Con sólo 100 páginas podrás adquirir las nociones mas importante sobre una batalla que cambió la Historia del mundo. Gráficos, dibujos y esquemas de bella factura te ayudarán a hacerte una idea más precisa de cómo se desarrolló esta batalla.

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1714. El fin de la Guerra de Sucesión Española.
1714. El fin de la Guerra de Sucesión Española.

La guerra de sucesión española​ fue un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713, que tuvo como causa fundamental la muerte sin descendencia de Carlos II de España, último representante de la Casa de Habsburgo, y que dejó como principal consecuencia la instauración de la Casa de Borbón en el trono de España. En el interior del país, la guerra de Sucesión evolucionó hasta convertirse en una guerra civil entre borbónicos, cuyo principal apoyo lo encontraron en la Corona de Castilla, y austracistas, mayoritarios en la Corona de Aragón, cuyos últimos rescoldos no se extinguieron hasta 1714 con la capitulación de Barcelona y 1715 con la capitulación de Mallorca ante las fuerzas del rey Felipe V de España

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La batalla de Pavía
La batalla de Pavía
La batalla de Pavía

La batalla de Pavía es el símbolo del fin de un forma de hacer la guerra y también de una época. La mañana del 24 de febrero de 1525, en el extenso parque ubicado al norte de la ciudad –antiguo coto de caza de los duques de Milán–, la caballería pesada francesa, la mejor fuerza militar de Europa, fue masacrada en pocos minutos por infantes españoles equipados con arcabuces. El arma de fuego, que tres años atrás, en Bicoca, ya había sentenciado a las pesadas falanges suizas, demostraba de nuevo su primacía. Se inauguraba el reinado de lo que, pocos años más tarde, sería bautizado como Tercio. En paralelo, el apresamiento en el campo de batalla de Francisco I de Francia marcó un nuevo hito en el duelo que libraba éste con el Carlos I de España.

Si bien la batalla Pavía no supuso el fin de la Guerra de los 4 reyes (Francisco I y Carlos I, primero, y Enrique II y Felipe II, después), sí que dejó el Ducado de Milán bajo la corona española de forma definitiva. La Monarquía de España añadía la otra joya, junto con los Países Bajos, a su corona. Su dos territorios más preciados.

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Los Tercios (V). Asia, ss. XVI-XVII,
Los Tercios (V). Asia, ss. XVI-XVII,
Los Tercios (V). Asia, ss. XVI-XVII,
Las Indias orientales, un universo tan exótico como difuso en el imaginario europeo del medioevo, fueron la quimera que desató la Época de los descubrimientos. En pos de las ricas especias, avezados marinos ibéricos exploraron aquellos vastos confines, donde, al igual que en América, el Tratado de Tordesillas estableció los límites de las zonas de influencia española y portuguesa. Con eje en las islas Filipinas, la frontera más lejana del imperio donde no se ponía el sol, la España de los Austrias afirmó en Asia una presencia que tendría ramificaciones hacia China, Japón, Indonesia y el sudeste Asiático, sin olvidar las islas del Pacífico y los territorios portugueses del Estado da Índia –de Ormuz, en el golfo Pérsico, hasta Macao– durante los sesenta años de Unión Ibérica. Los gobernadores y soldados de la Monarquía Hispánica hallaron, en aquella dilatada frontera, desafíos inéditos y enemigos muy distintos, desde temibles piratas chinos y japoneses hasta nativos irreductibles como los moros de Mindanao y los familiares corsarios de las Provincias Unidas, que querían fundar su propio imperio. La extensa geografía y la multiplicidad de islas hacían, además, de las fuerzas navales, un elemento indispensable. España construyó presidios y astilleros, reclutó tropas entre los nativos filipinos que prestaron valiosos servicios –caso de los cagayanes y, en especial, de los pampangos– e hizo un esfuerzo sostenido por extender su presencia en Asia con expediciones tan asombrosas como la que llevó a un puñado de aventureros a intervenir en la sucesión a la corona del reino de Camboya, o de tal envergadura como la que expulsó a los holandeses de las ansiadas Molucas, en 1606, por medio de la mayor armada y el mayor ejército españoles organizados en Asia en los siglos XVI y XVII.
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armada española V
La Armada española (V): 1650-1700

La batalla de las Dunas de 1639 no fue el fin de la armada de la Monarquía Hispánica. Aunque debilitada, entre 1650 y 1700 la Armada española de Carlos II siguió desempeñando un papel fundamental en el funcionamiento del sistema imperial español. Las dificultades económicas y la creciente amenaza francesa obligaron a la Corona, en la segunda mitad del siglo XVII, a depender cada vez más del asiento de buques –lo que se tradujo en una privatización fáctica de la marina– y al apoyo naval de aliados –en especial las Provincias Unidas, que, tras el reconocimiento de su independencia en 1648, iniciaron una aproximación hacia España, temerosas del expansionismo de Luis XIV–. Los grandes buques de combate constituían inversiones muy costosas para una monarquía sumida en una crisis constante, por lo que, ante el temor de perderlas en batalla ante un enemigo que podía reponerlos con mayor facilidad, los almirantes de Carlos II optaron casi siempre por rehuir el combate y limitar sus operaciones al transporte de tropas y caudales entre los dispersos territorios del imperio, una estrategia que dio mejores resultados de lo que cabría imaginar y contribuyó a la supervivencia de la monarquía prácticamente intacta a la muerte del último Austria. Pese a la evidente decadencia, en esta época se pusieron algunas de las bases de la posterior recuperación de la marina española con la dinastía borbónica, como la creación de una institución para la formación de pilotos –el Colegio de San Telmo– y el desarrollo, merced a marinos como Antonio de Gaztañeta, de diseños navales en consonancia con las necesidades militares de un Estado que aspiraba a seguir siendo una potencia de primer orden. Todo ello contribuyó al renacer naval del siglo XVIII, que abordaremos en futuros números de esta serie dedicada a la Armada española. (V)

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