Mini Nocturlabio

49,90 

Esta pieza es reproducción de un instrumento datado en 1570, firmado por Humphrey Cole. Este instrumento se encuentra en el British Museum, Londres. La pieza original tiene dos caras, siendo una de ellas este Nocturlabio.

Horologium noctis es el nombre latino de este reloj nocturno, un artefacto que sirve para obtener la hora nocturna sirviéndose de las estrellas fijas del cielo. Este instrumento surgió a principios del siglo XVI y entró en declive en el siglo XVIII. Esta pieza está construida para medir la hora con la Estrella Polar y la estrella Kochab.

Altura: 130 mm

Diámetro: 50 mm

Grosor: 6 mmJ

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Información adicional

Peso 0,60 kg
Dimensiones 4,5 × 0,4 cm

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Catalejo
Catalejo

Reproducción de un catalejo de 4 tubos de metal envejecido y recubierto, en el tubo exterior, en cuero al uso de la época. El catalejo es un instrumento característico de la navegación que inició su andadura durante el siglo XVI, convirtiéndose en imprescindible rápidamente.

Se entrega en caja de “madera real” (obtenida del palisandro).

No clasificados 46,50  Añadir al carrito
El oro de América. Galeones, flotas y piratas
El oro de América. Galeones, flotas y piratas

Hollywood miente. Es hora de decirlo a las claras. Las fuerzas de la naturaleza y el inmenso y oscuro mar, más que los piratas o los buques de las naciones con los que se mantenían conflictos, fueron los auténticos enemigos de los barcos cargados de tesoros que cubrían la Carrera de Indias, la extraordinaria ruta marítima que unía los territorios de la Monarquía hispánica a través del océano Atlántico.

El 1493 regresó a la Península la expedición capitaneada por Cristóbal Colón, que anunció el descubrimiento de nuevas islas hacia las Indias. La expansión española en ese nuevo mundo fue rápida. A finales del siglo XVI, transcurridos apenas cien años, las florecientes ciudades de México, Lima y Potosí, a la sombra de ricas minas de metales preciosos, tenían más habitantes que las más grandes de Europa.

Desde 1561 y hasta 1748, para llevar suministros a los colonos y luego llenar las bodegas de plata, oro y ricas mercancías de regreso a España, cruzaron los mares dos flotas anuales. Eran barcos del rey, llenos de riquezas de la Corona y de particulares, por lo que su pérdida era una cuestión de Estado. Lo cierto es que, pese a su número, durante dos siglos y medio, no se perdieron demasiados. Éste es el relato de su épico viaje.

No clasificados 22,80  Añadir al carrito
Galeón San Felipe
Galeón San Felipe
Galeón San Felipe

Galeón San Felipe – 1690

Los galeones de guerra se definen como un tipo específico de galeón durante el siglo XVII, más sólido y armado que anteriormente. Este tipo de barcos acabarían derivando en el conocido navío de línea del siglo XVIII.

Navíos como éste de tres puentes (de primera clase les llamaban) se solían construir con doble tablazón, interna y externa, lo que dotaba a su casco de gran resistencia. El número de puentes, también llamados cubiertas, lo daban las líneas de cañones que poseía el navío. Así tres puentes, tres lineas de cañones por banda que sumaban entre 80 y 100 cañones dependiendo del buque y del calibre de los cañones. Los cañones más potentes (y más pesados) se colocaban en los niveles inferiores.

Otra novedad de aquellos primeros barcos era el sistema para levar anclas consistente en dos cabrestantes. El mayor con dos campanas, una en el primer puente y la otra en el segundo, lo que permitía aplicar doble fuerza en dos planos, facilitando su recogida. El mayor tamaño y peso del navío implicaba la necesidad de tener anclas de mayor tonelaje lo que lógicamente complicaba su recogida.

Fiel reflejo de los adelantos en construcción naval militar de su época, éste navío de finales del S.XVII fue el resultado de la evolución de los galeones de finales del XVI y principios del XVII que fueron derivando en los citados navíos de línea. Toman ese nombre de la disposición que tomaban, se alineaban los unos detrás de los otros para formar un muro de artillería que pudiera disparar simultáneamente densas salvas contra la flota enemiga.

Los más de 80 cañones, 67 metros de eslora, 16,5 metros de manga y 12 metros de puntal, en proporción, harían del San Felipe un temible adversario capaz de enfrentarse a cualquier enemigo de la época. Las investigaciones que hemos llevado a cabo sobre el barco no dejan claro que existiera en realidad. Al menos no hay información concluyente al respecto. En todo caso es una maqueta decorativa con unos acabados de gran calidad y montada completamente de forma artesanal.

Las diferencias entre los modelos San Felipe, a parte de las medidas (72x65x23cm y 95x78x28cm, respectivamente) no varían significativamente. En ambos casos están fabricados artesanalmente y precisamente por tratarse de un trabajo artesanal puede ocurrir que el modelo varíe en algún aspecto con las fotos (a veces, el tono de la madera es un poco más oscuro o un poco más claro o se añaden o modifican algunos detalles, preservando en todo caso su exquisito acabado). Es un galeón impresionante incluso a pequeña escala y una magnífica pieza de decoración.

790,00 950,00  Seleccionar opciones
Placa decorativa “CAPITAN”
Placa decorativa “CAPITAN”

Placa decorativa Capitán
Realizada en madera real (palisandro) y aleación de zinc y cobre

No clasificados 9,50  Leer más